14 kilómetros
Título: 14 kilómetrosDirección y guión: Gerardo Olivares.
País: España.
Año: 2007.
Duración: 95 min.
Género: Drama, documental.
Interpretación: Adoum Moussa, Illiassou Mahamadou Alzouma, Aminata Kanta.
Producción: José María Morales.
Música: Santi Vega.
Fotografía: Alberto Moro.
Montaje: Raquel Torres
La película nos cuenta los avatares de tres africanos, dos de Niger y una de Mali, para conseguir llegar a Europa, vía España, en pos de una vida mejor.
Argumentalmente este es el fondo de la película, pero dentro tiene más, mucho más que la hacen tremendamente recomendable. Hacía mucho que no se realizaba una película con rigor y claridad sobre el fenómeno, cada día mayor, de las corrientes migratorias que cada vez más llegan a nuestras costas.
De principio el título es engañoso, ya que, aunque son 14 los kilómetros que separan nuestras costas de África, son miles de kilómetros más, y en condiciones infrahumanas, los que tienen que vencer estas personas en su peregrinar.
Cuando recibió el gran premio de la SEMINCI de Valladolid de este año 2007, todo el mundo se apresuró a decir que era la primera obra de un novel realizador con mucho futuro; falso porque Gerardo Olivares se ha forjado en el género documental añadiéndole un plus de acción, como ya demostró en su anterior película “La gran final”. De todas formas sí se ve en esta película un mayor control de la música, con el tema central del senegalés Ismael Lo, la fotografía, el ritmo y la historia que cuenta. Es una película más madura.
Apoyada en la actuación de sus tres personajes, no profesionales, por supuesto, la película nos hace acompañarles en su viaje y sufrir con sus penurias.
La motivación de los personajes es real como la vida misma, Violet ha sido “vendida” a un hombre que abusó de ella cuando aún era niña y tiene que escapar, y Buba es un buen jugador de fútbol que ha tenido la desgracia de nacer en el país más pobre del mundo donde nunca van a aparecer ojeadores de equipos europeos, por eso y, sobre todo, por acompañar a su hermano tratará de llegar a Europa.
La película nos cuenta los avatares de tres africanos, dos de Niger y una de Mali, para conseguir llegar a Europa, vía España, en pos de una vida mejor.
Argumentalmente este es el fondo de la película, pero dentro tiene más, mucho más que la hacen tremendamente recomendable. Hacía mucho que no se realizaba una película con rigor y claridad sobre el fenómeno, cada día mayor, de las corrientes migratorias que cada vez más llegan a nuestras costas.
De principio el título es engañoso, ya que, aunque son 14 los kilómetros que separan nuestras costas de África, son miles de kilómetros más, y en condiciones infrahumanas, los que tienen que vencer estas personas en su peregrinar.
Cuando recibió el gran premio de la SEMINCI de Valladolid de este año 2007, todo el mundo se apresuró a decir que era la primera obra de un novel realizador con mucho futuro; falso porque Gerardo Olivares se ha forjado en el género documental añadiéndole un plus de acción, como ya demostró en su anterior película “La gran final”. De todas formas sí se ve en esta película un mayor control de la música, con el tema central del senegalés Ismael Lo, la fotografía, el ritmo y la historia que cuenta. Es una película más madura.
Apoyada en la actuación de sus tres personajes, no profesionales, por supuesto, la película nos hace acompañarles en su viaje y sufrir con sus penurias.
La motivación de los personajes es real como la vida misma, Violet ha sido “vendida” a un hombre que abusó de ella cuando aún era niña y tiene que escapar, y Buba es un buen jugador de fútbol que ha tenido la desgracia de nacer en el país más pobre del mundo donde nunca van a aparecer ojeadores de equipos europeos, por eso y, sobre todo, por acompañar a su hermano tratará de llegar a Europa.
Los valores que podemos trabajar con la película son los siguientes:
El esfuerzo y la superación: claves del viaje que emprenden. Superación de barreras idiomáticas y físicas y superación de quedarse sin dinero a la mitad del recorrido. Y sobre todo sobreponerse a su propio desánimo cuando las cosas no van bien.
Religiosidad: se observa sobre todo en el plano de los inmigrantes rezando a Alá cuando el autobús para en pleno desierto.
Solidaridad: la que tienen los tuareg que les recogen en el desierto del Teneré y que les cuestionan el que huyan de África y no se queden para intentar cambiar el país. Su papel es fundamental para poder continuar viaje, ya que su generosidad y gratuidad no tienen precio.
Además podemos ver los contravalores o lo que no nos gusta ver de este fenómeno de la inmigración. Las mafias de prostitución que se dan por el camino y, sobre todo, las mafias que controlan las pateras y que dejan a los pobres africanos que llegan al final sin nada en lo que apoyarse una vez que llegan a Europa.
Película recomendable por todo lo anteriormente dicho. No es redonda porque hay cosas como el último plano que no es real. Pero sí es una buena lección para reflexionar sobre un tema que tanto preocupa y del que tan poco se nos informa.
Destinado a un público inquieto que se cuestiona lo que ocurre en nuestra sociedad.
entrada de Rober @ 9:09
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