Valor y al cine

El objetivo de este blog es colgar en él críticas, opiniones, artículos o comentarios sobre películas de cine y relacionarlas, siempre que se pueda con valores humanos. Se busca el poder tener un fondo para trabajar películas en el aula o con clara finalidad educativa.

martes, 27 de mayo de 2008

¿Y tú quién eres?

Dirección y guión: Antonio Mercero.
País: España.
Año: 2007.
Duración: 90 min.
Género: Drama.
Interpretación: Manuel Alexandre (Ricardo), José Luis López Vázquez (Andrés), Cristina Brondo (Ana), Álvaro de Luna (Luis), Monti Castiñeira (doctor), Amparo Moreno (enfermera), Ángeles Macua (madre), Alejandro Zafra (hijo), Luis Ángel Priego (hijo).
Producción: Miguel Menéndez de Zubillaga.
Fotografía: Gonzalo Berridi.
Montaje: José María Biurrum.
Dirección artística: Guillermo Llaguno.
Vestuario: Silvia García Bravo


La familia Rivero se va de vacaciones veraniegas. Luis (Álvaro de Luna) se traslada con su mujer y sus dos hijos a San Sebastián, quedándose en Madrid su única hija, Ana (Cristina Brondo), y su padre, Ricardo (Manuel Alexandre). Ana está opositando y decide permanecer en la capital para avanzar en sus estudios y estar cerca de su abuelo, que es acomodado en una residencia durante el periodo estival. En la residencia, Ricardo conocerá a Andrés (José Luis López Vázquez), su compañero de habitación y nuevo amigo. Juntos recordarán vivencias de la juventud, llegándose a producir episodios tiernos y divertidos. Durante el transcurso del verano el mal de Alzheimer acecha a Ricardo.


Película en ocasiones excesivamente sentimental, trata de mostrar el problema del alzheimer en las personas mayores. A partir de las relaciones familiares enmarcadas en un verano, nos tratan de contar cómo están ahora los ancianos en los centros de acogida o asilos. Antonio Mercero cojea en exceso de su origen televisivo. Sigue en la línea de películas conmovedoras, pero donde en “4ª planta” era emoción, en ésta se queda en sensiblería. Las interpretaciones, excepto las de Manuel Alexandre y José Luis López Vázquez, son torpes y en ocasiones rozando el ridículo. La película muchas veces está cerca del discurso moralista del desamparo de nuestros ancianos. Añado aquí parte de la crítica que un especialista de cine hizo en la página web de “La butaca”.
La puesta en escena carece de dramatismo y nunca se alcanza el clímax deseado, la planificación y montaje televisivos restan poder a una imagen que narra pero no suscita emoción, y la dirección de actores conduce a algunos de ellos a situaciones exageradamente patéticas y a unas reacciones poco matizadas. Manuel Alexandre y José Luis López Vázquez realizan unas interpretaciones imponentes, y cuando se les deja solos en escena, ésta cobra vida, autenticidad y humanidad. Sin embargo, no es suficiente para componer un retrato simplista, con una familia excesivamente mezquina que obliga a Álvaro de Luna y Ángeles Macua a forzadas e increíbles respuestas desde el lejano San Sebastián. Escenas vacacionales y secundarios prescindibles que sólo sirven de contraste facilón y maniqueo con el que criticar la ingratitud de los hijos y esa pérdida del afecto necesario que sufre el enfermo, más dolorosa incluso que la de la memoria. Secundarios que son muy secundarios, que diluyen el vitalismo y la cercanía que despliegan los protagonistas, hombres solitarios en su senilidad de ficción y también en su trabajo por construir una historia equilibrada. La joven Cristina Brondo se esfuerza y tiene momentos sinceros de humanidad, junto a otros en que fuerza y precipita sus derroteros emocionales y profesionales de manera poco convincente, entre gestos afectados y carreras dramáticas en busca del abuelo perdido.
Así pues, crítica clarividente de nuestra sociedad pero mostrada con trazos simples y poco sutiles, como ese empeño por pasear a Ana en un lujoso descapotable para decir al espectador que la enfermedad toca también a los ricos, o esa sensiblería ramplona con que se traza una historia romántica que avanza a trompicones inverosímiles. Retrato de personajes defectuoso para una realidad que merecía un acercamiento más hondo y de mayor fuerza visual. Al final, parece que hemos asistido a una serie televisiva de sobremesa con algún apunte interesante, tópicos y concesiones a una audiencia poco exigente, y una voluntad de olvidarse –aquí no hay Alzheimer que valga para el director– de que una película es algo más que dos grandes actores y una historia interesante

Yo la pongo en este blog porque nos puede valer para trabajar algunos temas y valores humanos:
La familia, piedra angular en la que se mueve la acción, sobre todo el personaje de la nieta que es capaz de abandonar todo por cuidar a su abuelo, que durante la película se ve como va enfermando poco a poco.
La amistad casi infantil que tiene el protagonista con su compañero de cuarto y con los demás ancianos de la residencia, como se ve en la fiesta.
La solidaridad de la nieta que es capaz de dejar lo que está haciendo, preparando las oposiciones desde hace tres años, cuando ve que hay gente que necesita de su ayuda.
El desamparo de la gente mayor en nuestra sociedad actual.
El papel de las residencias de ancianos como lugares de acogida para abandonados.

No creo que sea una buena película pero puede servirnos para trabajar algunos temas.

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